13.5.12

Monedas

Ella terminó su helado. Se acercó a la caja registradora. Sacó un puñado de monedas. Armó tres torres de distinto tamaño. Vio al encargado del local a los ojos. El encargado dudó. Tomó una de las torres. Contó las monedas. Ella cogió otra torre. Reordenó las monedas en un círculo. No estaban solos. A una niña se le derramaba el helado entre los dedos. Con la primera torre no alcanzaba. El encargado miró el círculo y la tercera torre. Ella miró a la niña melosa. Él quiso coger las tres monedas de arriba de la tercera torre. Se derrumbó. Ella seguía mirando a la niña. El encargado se disculpó. Ella lo regresó a ver. A los ojos. Le sonrió. Él dijo que el helado iba por cortesía de la casa. Ninguno de los dos hizo siquiera el ademán de querer recoger las monedas que cayeron al piso. La niña entró al baño. Salió con las manos aún llenas de helado derretido.