20.7.05

Intrascendencia

El mundo gira. El mundo gira, evoluciona y todo cambia. Pero cambia lentísimo.

Estoy escribiendo, estás leyendo. No busco cambiarte, mucho menos busco cambiar al mundo. Digamos que a lo mejor el único que termine cambiando aquí sea yo, porque esto de una u otra manera se parece a un paseo; aún así no apostaría a ello. Los lectores ateos seguirán en el vacío y los creyentes en el reino del dios de su elección; los izquierdistas saldrán de aquí zurdos y los derechistas... bueno, la idea es esa.

Sin necesidad de oráculo alguno vaticino que por estos lares se escribirá de todo, que es otra forma de decir que no diremos nada, o por lo menos nada trascendente.

Pero se busca algo, y ese algo es el placer, el personal y el compartido: una oda al hedonismo. Mi placer de escribir. Mi placer de inventar. Mi placer de recordar. Tu placer de leer (leer por leer). Tu placer de recordar. Tu placer de encontrar afinidades o algo que se le parezca. Tu placer de hallar a alguien que piense de forma diferente a la tuya para al fin poder usar todas esas convicciones que tenías por ahí empolvadas. Tu placer de cerrar esta página por no hallar lo que andabas buscando o porque ya te aburriste. Tu placer de ir conociendo de a poco -en la caja de comentarios- cómo piensa esa persona que te atrae y que te ahuevas a preguntarle todo lo que quisieras. Tu placer de sentirte seguro y aceptado en una comunidad ficticia semi-materializada frente a unas jarras de cerveza. Mi placer de abrir una ventana al voyeurismo bidireccional. El placer por el placer.

Cuando un post se acaba, la vida continúa; a menos que tengas un cáncer terminal... ve tú a saber si regresas por aquí.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal