27.1.13

Atentamente

La primera vez que te vi con otro la excitación fue más fuerte que el dolor. Ese día decidí que dejaría de serte infiel. Pero quería que sigas con tus aventuras. Te di todas las excusas falsas que necesitabas para que no te sientas tan mal. Me gustó que cambiaras de amante cada mes. Aunque me encariñé con el cuarto. Con él tal vez vivimos nuestra época más feliz. Pero no podía pedirte que lo mantuvieras. No te pido nada. Si te quedas aquí conmigo es por tu cuenta. Sobre todo ahora que ya sabes que lo sé. Y que sabes que no quiero pedirte que cambies. Nunca cambies.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Masoquismo telepático

10:06 p. m.  

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